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DESDE LA COCINA

RECETAS

PATATAROLA

PATATAROLA

 

Sin que sirva de precedente vamos a tomar una receta de un cocinero y no una marca de la casa

 

Se trata de una receta sencilla pero complicada para darle un toque moderno de estos que se llevan tanto.

A mi me gusta la cocina moderna pero con una limitación que es que aporte algo nuevo y no se trate de innovación por pura innovación sin ninguna aportación a la receta.

Por poner un ejemplo de lo que no me entusiasma son platos del tipo de las famosas palomitas de aceite de oliva de Ferran Adriá hechas con nitrógeno liquido puesto que lo que hay detrás de este plato puede ser una textura nueva, sorprendente pero lo que te estas echando a la boca es una gota de aceite de oliva y nada mas.

 

El caso es que estas patatas son unas bravas pero tomadas de una forma nueva y con una presentación muy cuidada, se trata de comida moderna pero sí hay un producto detrás.

 

Esta receta es de Sergi Arola y la primera vez que la vi me encantó la idea y la presentación aunque a decir verdad al ponerte a hacerlas requiere cierta habilidad y mas si no cuentas con las herramientas adecuadas.

 

Tengo que escribir un post con las herramientas imprescindibles en la cocina domestica no hablo de desintegrador de protones o transmutador de fluzo iónico con trasponedor de materia oscura o ese tipo de elementos que te puedes encontrar en una cocina de un restaurante de estos ultramodernos pero si básicos para una cocina normal,

 

El caso es que para esta receta son imprescindibles dos elementos a saber: un descorazonador de manzanas y un descorazonador de piña, también vale uno de estos últimos y un sacabocados, eso sí bueno que yo me compre uno en cacaful y al segundo bocado a tomar por c…. el sacabocados y con ganas de sacarle un ojo al vendedor con él.

 

Una vez calmada la ira buscamos el resto de ingredientes, esto es patatas y una salsa barbacoa, alioli, pimienta…

 

También deciros que como receta anexa podemos hacer una tortilla de patatas (deconstruida o no) por que al hacer esta receta nos sobra patata por todos lados y no esta la cosa para tirar.

 

Vamos al tema.

 

Primero cogemos unas cuantas patatas grandecitas y con el descorazonador de piña o un cuchillo y muchísima maña hacemos cilindros perfectos de unos 5 cts. de altura y 3 de diámetro algo así como el cubilete de los dados para el parchís.

 

Una vez preparado esto le sacamos el centro con el descorazonador de manzanas el centro de manera que se quedara con la forma de una sección de tubería.

 

Los cilindros que obtenemos los vamos a confitar en aceite con unos ajos y unos granos de pimienta sin que llegue a hervir durante unos 20-30 minutos hasta que estén blanditas y entonces le subimos el fuego para que estén crujientes por fuera.

 

Las pasamos por papel absorbente con cuidado para que tiren el aceite y las montamos de pie.

 

En el centro le dejamos caer unos hilitos de salsa barbacoa o brava al gusto y para coronar le ponemos un pegote tipo llama olímpica de alioli para lo que tenemos dos opciones a saber,

1. usar una manga pastelera ó

2. versión serie B cogemos una bolsa de plástico llevamos el alioli a una esquina y le damos un pequeño corte en forma de cruz a así conseguimos una manga pastelera y con lo de pastelera me refiero a todos sus significados. (por cierto yo uso esta versión por si no os habíais dado cuenta).

 

Un poquito de pimienta por encima y en resultado el de la foto.

 

Tenéis mas fotos si pincháis aqui

LENGUADOS A LA BENEMÉRITA Ó COMO PONER VERDE A UN LENGUADO.

LENGUADOS A LA BENEMÉRITA Ó COMO PONER VERDE A UN LENGUADO.

 

Lo primero aclarar que el color verde nada tiene que ver con la salas verde esa estándar para los pescaos, sepias calamares y demás ingredientes básicos de un chiringuito playero. Guiris de color cangrejo cocido y facturas de esas que cortan el hipo provocado por la sangría y el tinto de verano Don Simón van aparte.

 

Se trata de una incursión en el mundo del pescado de la mano de nuestro amigo el “pescao” plano más conocido (o menos) como Solea Vulgaris  también conocido por ser el pez que durante su crecimiento uno de los ojos y la boca se le tuercen como si le acabase de dar un trago a un cubata de garrafón de manera que los dos ojos se colocan en la parte superior del pez que en realidad es su lateral derecho y asi se queda en el fondo mimetizado con la arena a la espera de pescar algo.

 

Bueno después de esta clase al estilo National Geographic y con los deberes hechos nos vamos a la pescadería y compramos unos lenguados hermosos y fresquitos, nada de congelados que al final pagas mas hielo que lenguado y acabas pagando el mismo precio para el congelado que para el fresco.

En este caso el lema toma pescado congelado pa´la ministra de medio ambiente y pesca que yo me quedo con el fresco y que Elena Espinosa se coma el congelado aunque por lo visto últimamente a los ministros le gusta mas la caza…

 

Bueno el caso es que armados con un buen cuchillo y paciencia le “arrancamos la piel a tiras al lenguado” y haciendo un corte en la espina dorsal y poco a poco cortando a ras de espinas sacamos cada uno de los cuatro filetitos que tiene el lenguado.

 

Una vez que los tenemos limpios y fuera le preparamos un relleno con una gambita gorda pelada un trocito fino de cebolla sal  y pimienta y untamos el filete por dentro de naranja rallada, tampoco hay que pasarse con la naranja pero que se note, que le da un punto interesante.

 

Envolvemos la gamba y la cebolla en el filete de lenguado formando un rulo más o menos hermoso en función de la habilidad de cada uno y lo dejamos preparado en una bandeja de horno con una gota de aceite en la base para que no se pegue.

 

Mientras el pescado disfruta de sus últimos minutos fuera del estomago de los comensales preparamos la salsa para bautizarlo.

 

Para ello cogemos unos espárragos trigueros, no muchos como unos cuatro o cinco y los partimos usando desde la mitad a la punta, es decir la parte más verde.

Los salteamos en la sartén durante un par de minutos y los trituramos con la batidora en un recipiente con un chorrito de leche de manera que nos queda una leche de color verde intenso con la que vamos a hacer una bechamel.

 

Freímos cebolla y cuando esté dorada añadimos la harina le damos una vueltecita y pa´ dentro un buen chorro de leche caliente y a remover (hasta aquí bechamel de toda la vida) para terminar y sin parar de remover le echamos la leche verde y seguimos al fuego hasta que espese. Punto de pimienta, sal y nuez moscada

 

Una vez listo le colocamos una capa del mejunje sobre los rollos de lenguado y al horno unos 6-8 minutos en función del tamaño del ejemplar.

 

La guarnición la dejo a vuestro gusto e imaginación que no va a ser todo copiar recetas.

 

Ale hasta la próxima

 

TRIANGULANDO

TRIANGULANDO

 

 

Vamos a demostrar que se puede cocinar en muy poco tiempo un entrante rico y con un toque diferente en muy pocos minutos.

 

Bueno pocos minutos si tenemos los materiales porque eso de ir hasta el corte ingles, aparcar, comprar y pagar nos puede llevar unas pocas horas en el mejor de los casos. Sobre todo lo de pagar y no lo digo por aquello de la crisis porque de momento yo soy de los que conserva el trabajo (y el blog no me da de comer, bueno de comer si pero dinero no) sino por las cajeras/os de los hipermercados… esa raza aparte.

 

Yo se que no es culpa de ellas pero que levante la mano el que no se ha desesperado en la cola de un hiper pensando si es que es necesario opositar para ser cajera, opositar y por supuesto escoger luego a quien haya sacado las peores notas si es que ha acertado a escribir su nombre en el examen.

 

He llegado a la conclusión o mejor dicho a la resignación de que es inútil escoger una caja u otra porque en la que te pongas siempre habrá alguien que no haya pesado la fruta, o quiera devolver un producto  o no encuentre el dinero  o se le ocurra en ese momento hacerse la tarjeta del hipermercado mientras mira de reojo y sonríe a una cola de quince personas o que la cajera tenga que llamar a una chica bien entrada en años para llevar patines que tarda 15 minutos en llegar, y eso que lleva patines!!!! O todo eso a la vez, momento en el que entiendes porque en EEUU hay tantos asesinatos porque si a mi me dejaran llevar pistola….

 

Una vez solventadas estas pequeñas complicaciones y armados con los siguientes instrumentos entramos en materia:

 

Unas gambas

Cebolla terna

Zanahoria

Una Naranja

Un limón

Pasta brick

Aguacate

Vermuth

Sal y Pimienta

 

La pasta brick es made in el Corte Ingles dependiendo el que sea la encontrais en el súper normal o en la sección gourmet pero no os preocupéis que cuesta unos dos euros o así un paquete con diez unidades grandes.

 

Cortamos una banda de pasta de unos 6 cm de ancho y unos 20 de largo y colocamos en una esquina una gamba pelada, un trozo de cebolleta, un poco de zanahoria rallada y ralladura de limón , hacemos un primer pliegue en forma de triangulo que cubra lo anterior y luego dado que la pasta es muy fina vamos dándole vueltas al triangulo de  manera continua con el resto de la tira que nos queda.

 

Repetimos la operación unas cuantas veces y lo pasamos por aceite caliente hasta que se dore un poco, cuestión de un par de minutos como máximo.

 

Mientras sacamos el aguacate de su escondrijo y lo aplastamos con el tenedor añadiéndole un chorrete de zumo de naranja y un buen chupito de Martini rosso y ralladura de limón, toque de pimienta…

 

Una vez escurrido el aceite de los triángulos los colocamos en el plato y los decoramos con una montañita abundante de la mezcla anterior, el aguacate con el vermuth tiene un sabor que combina muy bien con la pasta crujiente y la gamba.

 

Si queréis dejarlo bonito metéis la mezcla en una bolsa de plástico, limpia por favor, y le cortáis una esquinita y ya tenéis manga pastelera para decorar.

 

Un titulo alternativo de esta receta era operación Bikini o la Gamba del Mar Menor pero como todavía no estamos en época y el plato no es precisamente de los de dieta me quedo con el que he puesto.

 

Hasta la proxima receta

NERI DI SEPPIA

NERI DI SEPPIA

 

 

No se a si a vosotros os ha pasado y es lo normal pero a mi es algo que me sucede siempre y que a pesar de tenerlo asumido me sigue cabreando y mucho.

 

De vez en cuando ojeando esos folletos de publicidad, que tantas alegrías y horas de lectura me han dado, ves alguna oferta realmente interesante, en mi caso especialmente en temas de tecnología y te vas a la tienda, centro comercial, o similar en busca del producto en cuestión con la ilusión de un crío con zapatos nuevos (Nunca he entendido esta frase porque a mi de pequeño no me gustaba comprar zapatos, primero porque con el pie que calzo nunca encontraba de mi talla, ni la encuentro hoy día y segundo porque siempre me rozaban y me dejaban los pies hechos un cristo) bueno el caso es que llegas a la tienda donde habitualmente te atiende, que suerte la tuya, alguien que no tiene ni idea de lo que le estas preguntando.

 Se pone a buscar, pongamos por ejemplo, la tele que le has pedido ( donde pongo tele podéis poner teléfono móvil, ordenador, monitor, teclado inalámbrico, etc. que de todo me ha pasado) mira , remira, se va a buscar a la sección de cafeteras, ahí es donde te empiezas a mosquear y empiezas a pensar que eso de “yo no soy tonto” es un lema muy optimista … y al rato vuelve sudando y con su mejor sonrisa : “ voy a ver si lo tenemos en el almacén” un par de llamadas por el walkie de esos que solo se escucha ruido y 10 minutos después vuelve  con una sonrisa mas pequeña y la frase “ todavía no lo hemos recibido” adiós comisión pa´l vendedor. Pero por supuesto lo recibirán en seguida Lo que sigue son visitas, llamadas a ver si ha venido y un par de meses después cuando el ordenador empieza a estar obsoleto (como evoluciona la tecnología) cuando tienes la reclamación en la mano aparece un encargado y cha chan … milagro aparece con tu producto en la mano.

Como se que no os gustan los cuentos tristes la parte positiva es que muchas veces acaban dándote en pago a tu paciencia y a las llamadas amenazantes, ya sabéis que si te voy a romper las piernas y todo eso, con  un producto mejor al mismo precio.

 

Bueno vamos a lo nuestro que es la cocina para la que no hay que esperar tanto

 

Neri di sepia

 

 

Vamos a ver los orígenes y la génesis de esta receta:

 

Empezamos en el siglo III a. C:

 

“De la pasta se ha dicho mucho, no sólo por su sabor, sino también sobre sus orígenes. En un bajorrelieve de una tumba etrusca situada en las cercanías de Roma, que data del siglo III antes de Cristo, se encontró un rodillo para elaborar pasta y un cortador. De hecho, el propio Cicerón emperador Romano, habla de su pasión por el "Lagum", que son tiras de pasta largas. En esta época los romanos desarrollaron las máquinas para elaborar la pasta de lasaña. Según Platina, bibliotecario del Vaticano, escribió en el siglo XII, que los macarrones con queso eran una herencia proveniente de las cocinas de Génova y Nápoles. Sus habitantes los comían todos los días. En un libro titulado "Olla Cocinera", del siglo XIII, se determinó que lasaña se comía como tira de pasta en caldos enriquecidos. El autor de dicho libro era un marino. Todas estas pruebas, le han quitado a la China el lugar de origen de la pasta entre algunos historiadores e investigadores, sobre todo por que estos aseguran que Marco Polo nunca comentó en sus viajes sobre la pasta, aunque se diga, que fue él el primero en llevar a tierras ocidentales, fideos y tallarinas de esas lejanas tierras de Oriente. Se dice que fue Catalina de Medicis, quien se destacó por el amor a la buena comida y quien, al casarse con un rey de Francia, llevó a la corte francesa el arte de la pasta, con sus chefs cortesanos”

 

Después de esto un buen día a alguien se le ocurrió añadirle tinta de calamar y convertirlos en spaghetti negros y otro buen día a mi se me ocurrió comprarlos en el cacaful y con toda esta historia a mis espaldas surgió este receta.

 

 

Como se trata de pasta fresca y en cuatro minutos esta lista la vamos a dejar que se confíe en el frigorífico hasta que teníamos todo listo.

 

Hoy que estoy esplendido voy a poner los ingredientes antes de comenzar:

 

Lomos de merluza

Pasta fresca negra

1 tomate

Aceite

1 par de ajos

Pimienta en grano

Laurel

Ali-olí

Piñones

Sal.

 

Cogemos  una abundante cantidad de aceite en un cazo alto y le ponemos los ajos, una hoja de Laurel y los granos de pimienta y lo dejamos a fuego muy bajito durante unos diez minutos que vaya cogiendo el sabor. Pasados los 10 minutos o los que os de la gana metemos los lomos de merluza que habremos salado previamente y los confitamos a fuego mínimo durante unos 7-8 minutos para un par de lomitos de 100 g.

 

Mientras cocemos la pasta en abundante agua salada, abundante significa olla grrande y varios litros de agua, que os conozco, reímos unos ajos y una guindillita en aceite y salteamos la pasta, una vez cocida, en este aceite. Retirad la guindilla que no se lleve una picante sorpresa alguno

  

 

Por otro lado preparamos con un tomate rallado un pelin de aceite, pizca de sal y pimienta y cucharadita de azúcar una salsa de tomate con un toque dulce.

 

Un vez que lo tenemos todo montamos la merluza confitada sobre una montañita de pasta, la rodeamos con un circulo de tomate y le ponemos encima de la merluza un buen pegote de Ali-olí y los piñones, aquí entra en acción mi amigo el soplete de cocina con el que gratinamos el Ali-olí dejándole un impresionante sabor . Para los que no les hayan regalado un soplete de cocina como el mío la opción B es gratinarlo en el horno 3 minutos y listo.

 

Adornamos con un hilito de aceite de cebollino y listo.

 

 

PD vaya post mas largo pa` una recetita sencilla.

 

Y ponedme comentarios que quiero saber que “existe vida ahí afuera”

Pimientos de Salmon, unos se los comen y otros non

Pimientos de Salmon, unos se los comen y otros non

 

 

Dice la historia que lo que hoy conocemos todos como sándwich procede de un noble ingles del siglo XVIII como nos cuentan en esta pagina…:

 

“El origen de tan preciada preparación se remonta al Reino Británico, más precisamente a un miembro de la aristocracia inglesa llamado Sir John Montagu (1718-1792), Cuarto Conde de Sandwich.

Cuenta la historia que el 24 de noviembre en el año 1762, este noble caballero se encontraba jugando a los naipes (actividad de la cual era adicto) cuando el camarero del club social le anunció que su carne estaba servida. Lord Montagu, completamente absorto en el juego, increpó al mozo para que le sirviera la carne entre dos rebanadas de pan, de modo que pudiera seguir jugando sin mayor complicaciones, ni pérdida de tiempo.

De esta curiosa manera, fue como nació el sabroso sándwich que todos conocemos. A esta
forma de preparar los alimentos se le llamó "sandwich". Si bien el conde Montagnu perdió en los naipes, lord Sandwich se sintió muy orgulloso de este aporte culinario y no dejó de mencionarlo en su testamento como "el mejor legado que dejaba a su país, Inglaterra ".

Es increíble hasta donde llega la historia, ya que los actuales herederos del conde de Sandwich tratan de sacar provecho al invento de su antepasado y pretenden ser los proveedores oficiales de sandwiches para la ciudad de Londres.”

 

Y aunque a mi personalmente no me apasionen los juegos de cartas (he de reconocer que no me gusta perder ni a las chapas) pues hoy le vamos a rendir homenaje a tan noble personaje y vamos a preparar unos sándwiches de piquillo.

 

La receta de hoy es marca de la casa y tiene un poco mas de curro que otras veces pero como el  resultado a mi me gusta pues nos arremangamos y manos a la obra.

 

El primer paso es hacer una gelatina de salsa vizcaína (mandè…?!) para esto cogemos unos pimientos de piquillo a la brasa,yo los compre del tio de la carretilla pero hay unos que se llaman cojonudos que son idem, los secamos con un poco de rollo de cocina (el mejor invento del mundo), añadimos un poco de sal y azúcar y los trituramos con nata de cocina (18 % de materia grasa) hasta que quede de un color anaranjado fuerte, disolvemos, en  un pelín de agua caliente, una lamina de gelatina =2g (cola de pescado) por cada 100 ml de salsa, , vertemos la salsa sobre la gelatina disuelta y dejamos enfriar en el fondo de un molde plano de tal manera que  se nos quede una capa de 1 cm. de espesor. En unas horas tendremos la gelatina lista, aunque yo lo dejo un día entero para que asiente.

 

Una vez solidificada la cortamos en rectángulos  de 2x5 cm. y los montamos con los demás ingredientes de la siguiente manera:

 

  1. Capa de gelatina vizcaína
  2. una punta de espárrago blanco partido por la mitad
  3. dos lonchas de salmón del mismo tamaño que la gelatina y
  4. de nuevo capa de gelatina

 

Y para rematar y contrastar con la textura blandita yo le aplasto un quico (maíz frito)  a puñetazos si hace falta y le espolvoreo un poco por encima así rollo moderno tipo Ferran Adriá en versión cutre y sin nitrógeno liquido que no nos llega el presupuesto.

 

Alguno le pondría un “aire” de estos con sabor que se consiguen batiendo algún liquido mezclado con el producto del que queramos obtener el sabor y poniendo un poco de la espuma resultante, pero como dicen que “no se puede comer del aire” pues me quedo con mi versión

 

Terminamos con un hilito de aceite de cebollino, que para los menos experimentados se consigue triturando la hierbecilla con aceite y después colándolo si sois finos o sin colar si os va mas el “casual look” y entrante listo.

 

Pues no era tan complicado

 

Hasta la próxima entrada….

RAVIOLI DE BERENJENA

RAVIOLI DE BERENJENA

 

 

En estas fechas que  ya terminan a uno no le da tiempo a cocinar nada nuevo y a escribir nuevas entradas en el blog.

 Entre cenas de empresa, con menús cerrados de esos en los que te ponen un filete de ternera y te cobran solomillo de buey de Kobe ,regado con un tinto de la casa que no sabes si echártelo a la copa o usarlo para aliñar la ensalada porque se acerca mas a un vinagre que a otra cosa, y reuniones con amigos que te llevan a un restaurante mejicano que de mejicano tiene el nombre y poco mas, bueno los precios que cualquiera diría que la comida la traen de ciudad de Méjico por vía aérea urgente, en clase bussiness y escoltada por un grupo de mariachis cantandole rancheras. Por poner un ejemplo 10 tortitas de maíz (si harina, agua y sal) que pedimos porque con el plato al que acompañan pones menos de las necesarias por la módica cantidad de 10 euros, a euro por tortita sacando la calculadora de el un,dos,tres …a 20 g por tortita a mi me sale a 50 euros el kilo lo que un jamón 5 jotas, la próxima vez en puesto de tortitas yo me lío las fajitas en jamón ibérico.

 

Creo que después de esta parrafada vamos a dar paso a una receta sencilla que no tenemos todo el día:

 

Raviolis de Berenjena.

 

Cogemos unas berenjenas larguitas que tengan menos semillas y que nos den de si para hacer los raviolis, las cortamos en tiras finas longitudinalmente una loncheadora ayuda pero si no un pela patatas  también sirve, si tampoco tenéis pela patatas os lo compráis que es muy útil y si no pues cuchillo y maña. Le ponemos sal y las dejamos tirando el amargor y depurándose como si tratase de berenjenas en un domingo de resaca y mientras preparamos el relleno.

 

Relleno.

 

Mezclamos unas nueces picadas, piñones cebolla pochadita y el secreto unos tomates deshidratados conservados en aceite de oliva picados fiiiinos, añadimos  queso tipo philadelphia sal, pimienta, un poquito de orégano y relleno listo.

 

Volvemos con las berenjenas, limpiamos todo lo que han tirado y las freímos en la  sartén con un poco de aceite, pero sin que se doren mucho, que se queden flexibles de manera que sean fácilmente manipulables algo así como los telediarios de la 1.

 

Disponemos sobre el plato dos laminas de berenjena formando una cruz y colocamos en el centro una nuez de relleno o como se dice por  aquí un pegote cerramos una lamina, luego la otra y le damos la vuelta que salgan por su lado bueno en la foto...

 

Para terminar y darle un toque diferente coronamos la berenjena con una gota de miel que contrasta muy bien con el queso y...

 

...FIN DE LA RECETA DE HOY

CON SETAS Y AL RISOTTO

CON SETAS Y AL RISOTTO

Un clásico de la cocina en pocos pasos.

 

 

Para el risotto yo uso unas seticas que se llaman Boletus Edulis (si pincháis lo azul sale el enlace) que se venden en conserva en aceite, porque la época en la que aparecen silvestres por el campo es el otoño y es muy complicado encontrarlos en Murcia, bueno difícil encontrarlos en tiendas, ni que decir tiene que si os vais al campo en Murcia podréis encontrar algún cactus o alguna lagartija corriendo pero setas pocas.

Una vez los vi en Alcampo frescos, pero en conserva los podemos encontrar todo el año sin problemas.

 

En cuanto al arroz los italianos dicen que el mejor arroz es el carnaroli, que casualmente es el que producen ellos y ya sabéis como son los italianos que buenos serán o no (pesados seguro, lo digo yo que he compartido piso con tres) pero se venden como ningunos, el caso es que un arroz bomba de Calasparra para mi es igual de bueno y cuesta la mitad, eso si preparad liquido porque se bebe hasta el agua de los floreros y aumenta de tamaño hasta el triple del tamaño en seco

 

Para el risotto los “puristas” usan mantequilla y nata pero como aquí hacemos las recetas como nos parece pues las hacemos con aceite.

 

Preparad el disfraz de ratatouille que empezamos:

 

Cogemos cebolla “como si fuese para una boa´ ” y la cortamos chiquitita ,que tampoco queremos que los invitados encuentren trozos por que te puede salir uno de esos de los de:  “ aaay, a mi es que no me gusta la cebolla…” eso sí cuando no saben lo que es se lo comen tan a gusto.

 

Bueno, la freímos con poquito fuego hasta que este más tierna que el osito de mimosin y cuando este lista le añadimos unos piñones aplastados y las setas que previamente habremos cortado en trozos pequeñitos.

 

Nota: el riquísimo sabor de los boletus en aceite es directamente proporcionar a lo feos que son cuando los sacas de la lata.

 

Continuamos… Añadimos los boletus y el arroz y le damos unas vueltecicas para despistarlo un poco y para terminar de  marearlo le echamos un vaso de vino blanco y a partir de aquí preparaos para darle al brazo.

 

En otra olla, cazo o similar. ¿Os he dicho que el risotto lo preparábamos en una olla, verdad? Tendremos preparado y caliente un caldo de verduras resultado de cocer un buen ratico una cebolla, puerro, varias zanahorias, un tomate y algo de perejil, pimienta , etc..

 

Mientras removemos sin parar para que el arroz vaya soltando el almidón y también para que no se pegue a la olla, se nos queme y nos lo tiren a la cabeza, vamos añadiendo el caldo caliente poquito a poco conforme se va consumiendo, yo le añado también un pelin (pero poco ehh) de mantequilla para que quede mas cremoso pero no se lo digáis a nadie

 

Warning!!! . No lo dejéis sin liquido que el muy hijo de p… se pega en cuanto te descuidas.

 

Después de unos 15 -20 minutos dándole a la cuchara de madera lo probamos para ver si esta en su punto (hecho pero un pelin tiesecito todavía), apagamos el fuego y le rallamos parmesano (del bueno, aquí no me vale otra cosa) hasta dejarnos los dedos en el rallador, removemos una vez mas que se mezcle, cerramos la olla y dejamos reposar unos par de minutos. Podemos añadir cebollino picado con el que se lleva bien.

 

Si os parece escaso le podéis añadir unas gambas tres o cuatro minutos antes de terminarlo pero de verdad que no le hace falta.

 

Presentación: pues hacemos una montañita con un molde que habremos comprado para la receta anterior y lo coronamos con un par de puntas de espárragos trigueros (si, los verdes) finitas, que habremos salteado en la sartén con un pelin de aceite.

 

 

Rico, sencillo, barato  bueno esto último no mucho porque los boletus salen por un pico pero con una lata teneis para muchas recetas.

 

Nota nº 2: la foto la he sacado de Internete que no tenía ninguna mía, prometo pagar derechos de autor a la SGAE no vaya a ser que me denuncien que últimamente no veas como se las gastan y te cobran hasta por cantar el Asturias patria querida después de 5 copas.

 

Hasta la próxima receta

 

Champiñones de Salmón

Champiñones de Salmón

 

Hoy toca una receta sencillita de esas para quedar bien trabajando poco.

 

Vamos a ver como le ponemos a lo de hoy para que quede bonito... Milhojas de salmón y mango, no muy cursi, delicia de salmón con queso de cabra, poco original… creo que se va a llamar Champiñón de salmón.

 

Vale no tiene nada que ver con champiñones pero a mí la forma me recuerda a estos hongos tan majos o a esas no tan majas explosiones nucleares que se ven en las películas y tienen forma de champiñón.

 

Vamos a lo importante.

 

¿Que vamos a necesitar? Lo primero un par de moldes de forma circular y de tamaño diferente, el diámetro lo dejo a vuestro gusto, de los moldes me refiero. Si no tenéis emplatadores (quedan chulos y son baratos siempre que no los compres en el corte ingles) pues mas os vale tener un buen pulso para hacer circulitos, y como eso no era mi fuerte el colegio, pues yo me quedo con los emplatadores.

 

Bueno al tema.

 

Primero cogemos una lamina de hojaldre de esas que venden ya en todas partes y le hacemos cortes con los moldes, yo los hago de unos 5 cm de diámetro mas o menos la pinchamos con el tenedor y los metemos al horno unos 10 ó 15 minutos, hasta que se doren un poquito (tampoco hay que dejarlos como Et`o). Esta será nuestra base de operaciones

 

Para la segunda capa nos compramos un queso tipo rulo de cabra y lo cortamos en círculos un poquito más pequeños que la base.

 

Tercera un mango bien madurito (eso me suena a una canción de Shakira o alguna así) y mismo procedimiento laminas de un centímetro de altura y cortadas en circulillos.

 

Para coronar y de paso hacerle honor al nombre de la receta nos cogemos unas lonchitas de salmón ahumado, si es marinado y lo hacemos nosotros mismos pues el resultado será mejor pero como se que lo que vais a hacer es ir al híper y comprarlo pues por lo menos comprad uno bueno, esta vez nada de marca blanca, vamos a malgastarnos la paga extra (el que la tenga). El caso es que lo cortamos un poquito más grande que el resto de ingredientes y lo dejamos que “tenga caída”

 

Resumen de la composición: hojaldre sobre él queso, siguiente piso Mango (el que se come, no el de la ropa fea) y para terminar cubrimos con la capa de salmón, decoramos con unas huevas de salmón (esas rojas gorditas) o de mújol si no sois racistas y ramica de cebollino.

 

Y terminado.