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DESDE LA COCINA

RESTAURANTE MALVASIA

RESTAURANTE MALVASIA

 

Empezamos con un poco de cultura :

 

“El término malvasía designa a una familia de variedades de uva originarias del Mediterráneo y la isla de Madeira. El vino malvasía se trata de un vino muy apreciado llamado malvasia en italiano, malvoisie en francés, malmsey en inglés y malvasier en alemán, se producía en Grecia (y quizás en Creta) en los siglos XIV a XVI.] Este temprano vino malvasía se llevaba a Constantinopla, Italia, Francia y el norte de Europa por los venecianos y otros mercaderes italianos. Se dice que el duque Jorge de Clarence, hermano del rey Eduardo IV de Inglaterra, fue ahogado en un "butt de malmsey" (tonel de malvasía) en la Torre de Londres en 1478, aunque esta historia es posiblemente apócrifa. El término "malvasía" se supone que es una deformación italiana del nombre de la población griega de Monemvasia, una fortaleza veneciana en la costa de Laconia”. Fuente Wikipedia

 

 

 

Parece, por tanto, un nombre elegido con toda la intención porque, en algo que destaca este restaurante, situado junto al Mar Menor ,es por el cuidado con el que se trata el vino tanto que, con el restaurante decorado en madera por dentro y en el interior, bien podría parecer que estamos en una barrica rodeados de buen vino

 

Al sentarnos a la mesa y tras pedir, con el consejo de Pedro Montiel propietario del restaurante, nos presentan un primer aperitivo para acortarnos la espera que no fue demasiada. Unas fresa con un trocito de queso y una hoja de, creo, acedera con una vinagreta de fresas. He comentado ya otras muchas veces que este detalle a mi personalmente me gusta y le da la oportunidad al cocinero de presentar propuestas que en ocasiones no tienen espacio en la carta, en este caso era un aperitivo sin demasiadas “florituras” pero sabroso.

 

Antes de comer, nota positiva, el camarero nos ofrece entre tres tipos de pan para elegir, chapata, de queso y con semillas y pipas (y algo de curry) para mí me gusta acompañar muchos platos con algo de pan, que te ofrezcan variedades es un acierto solo mejorable si en vez de elegir te sirviesen directamente de varios tipos, eso sí pequeños que vamos a cenar, no a tomar un bocadillo.

 

Siguiendo de nuevo las buenas indicaciones del propietario acompañamos la cena con un sorprendente vino de la tierra de Castilla con uvas Syrah y petit verdot que de otra manera no habriamos pedido y que fue una muy buena elección. Un Capilla del Fraile crianza de 2004 por 18 euros.

 

Hay que reconocer que el precio de los vinos está muy ajustado y trabajan con márgenes más bajos que muchos otros restaurantes de inferior y similar categoría.

 

Centrándonos en la comida la carta no es muy extensa, algo lógico también si tenemos en cuenta que se trata de un restaurante que cuenta con espacio para unos 35 comensales más un pequeño reservado.

 

Nos encontramos además de lo que tomamos nosotros unas setas de temporada con vinagreta de fruta de la pasión, algo de foie con cerezas creo recordar.

 

 En cuanto a las carnes jarret de cordero, cochinillo amen de los habituales solomillos y entrecot. Y entre los pescados, rodaballo, corvina al azafrán y algunos otros a parte de un buen surtido de marisco fresco fuera de carta.

 

Pasemos a nuestro menú.

 

De primero probamos unas tostadas de sardinas marinadas sobre pimiento asado con un poco de puerro y tomate confitado decorado con rucola y acedera, un plato redondo, perfectamente combinados los ingredientes y por un precio ridículo cada uno 1,5 €, los tenéis en la foto que encabeza el post.

 

De segundo elegimos unas alcachofas peladas, asadas ligeramente en parrilla y con un marcado toque acido a limón acompañadas de una crema de foie.

 

Siguiente, bacalao ahumado sobre un pisto de verduras con algunas rodajitas de calabacín, berenjena y pimiento a la plancha y cubierto por un gratinado con bastante cantidad de huevo adornado con cebollino. Un plato que estando bueno, para mi gusto, y en comparación con el resto de platos de la carta, es mejorable, se puede redondear, aunque reitero que se trata de una buena elección en cualquier caso.

 

Como plato principal compartimos un bonito marcado al fuego y muy poco hecho por dentro, en su punto, sobre una crema de calabaza creo recordar y con trocitos de tomate, ajos tiernos y decorado con flores comestibles (espero que lo fuesen) y un poquito de puré se patatas, muy bien terminado y delicioso.

 

Por último y como colofón un coulant de chocolate con helado de leche merengada y frutos rojos, un final dulce para una buena cena.

 

Del precio está feo hablar pero en nuestro caso salimos a unos 40 € por persona incluido el vino, un precio muy razonable para la calidad y servicio del restaurante, solo el postre parece algo caro 6 € más IVA por el postre es algo elevado.

 

Resumiendo se trata de un excelente restaurante, con productos de calidad y en el que se agradece un trato amable y cuidado.

 

Vamos con las notas

 

Ambiente: 8

Presentación: 8

Cocina: 8,5    

Servicio: 8,5

Originalidad platos: 8

Relación calidad Precio: 7,5

 

Nota media 8,08, empata con La cupula de San Lorenzo (Murcia)

 

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