SENYOR PARELLADA
C/ Argenteria 37
08003 Barcelona
933 105 094
Esta vez en nuestra ruta de restaurantes por la geografía española nos hemos ido hasta Barcelona, no específicamente para ir a este restaurante sino mas bien de turismo pero ya que visitábamos la zona pues nos acercamos al restaurante Senyor Parellada.
Esto de hacer ruta de restaurantes en época de crisis es complicado por lo que se aceptan patrocinadores del blog, así que si algún generoso mecenas se apunta que deje nombre, teléfono y cantidad a donar en los comentarios que ya nos ponemos en contacto.
Tonterías a parte decidimos ir a este restaurante que lleva funcionando desde 1983 en Barcelona. Esta situado en el casco antiguo de la ciudad, en el barrio del Born en la calle Argenteria muy cerca de la Iglesia de Santa Maria del Mar llamada catedral del Mar en la que se inspira el libro del mismo nombre del escritor Ildefonso Falcones
Ahora que nos estamos volviendo profesionales y nos documentamos antes de acudir algún sitio y la verdad es que los comentarios en Internet eran en general algo negativos con respecto al restaurante incluso alguno criticaba los aseos (para que veáis que en Internet “hay de tó”) yo la verdad es que de los aseos no puedo comentar porque no los conocí pero del resto voy a aportar mis impresiones.
El restaurante, situado en una antigua casa del siglo XIX, cuenta con una pequeña fachada compartida con un hotel y es fácil pasarte de largo, sin embargo, al entrar en el vemos que es un restaurante bastante grande con diferentes salas en dos alturas y pintado en colores calidos y tonos vivos que contrastan con lámparas de cristal de roca y muebles algo barrocos.
Al llegar, habiendo reservado previamente, nos atiende por decir un camarero chino que, sin decirnos nada, se sube corriendo por las escaleras hacia la primera planta, lo seguimos porque intuimos que allí estaba nuestra mesa y desde la puerta de la sala nos señala una mesa y se marcha. Ole el salero y la amabilidad de los orientales!!.
Después de un buen rato de abandono se acerca otro camarero diferente para dejarnos una carta y rescatarnos de nuestro aislamiento.
Entrados en materia en la carta nos encontramos productos que se mantienen en ella desde la apertura del restaurante y que son platos plenamente vigentes hoy día. Entre ellos bacalao a la muselina; magret de pato con ceps, y boniato; Cordero del Montseny a las 12 cabezas de ajo; manitas de cerdo rellenas de hígado de pato, setas y nabos; Filete de buey al vino de misa… (En este link teneis la carta en catalan)
En general la carta es muy amplia y en su gran mayoría son especialidades catalanas. Otro punto donde al parecer destacan es en los arroces que cuentan con muy buena fama
Nosotros que veníamos bastante “alimentados” después de varios días comiendo en restaurantes fuimos comedidos con los platos y nos decidimos por un par de entrantes y una carne.
A decir verdad nos decidimos por otro plato principal, unas carrilleras con ali-oli de membrillo que no tenían y luego por otro plato…. Que tampoco tenían. ¿Casualidad? Es cierto que era Lunes después de unos cuantos días festivos en Barcelona pero las posibilidades de que sea el único plato que no tengan y lo pidamos es 1 entre 15 pero de que solo tengan dos y los pidamos es de 1 entre 210,(P1=1/15 P2º=1/14con lo que P1∩2= 1/12*1/11 =1/210) con lo que supongo que no contaban con muchos platos aunque se lo perdonaremos por las fechas en las que estábamos y porque la carta como he dicho es bastante amplia.
Después de estas leves incidencias comenzamos probando la “Xatonada de Villanova” que es una ensalada compuesta por escarola, salsa romesco, unos trozos generosos de bacalao confitado con una tortilla de butifarra que te presentan en otro plato, una ensalada sabrosa y diferente .
Por otro lado pedimos unos rollitos (Farcellets creo que se llaman) de col compuestos por una especia de bechamel bastante espesa con carne picada envuelto en hojas de col con una salsa oscura con fondo de carne.
Como principal pedimos un pato con salsa de higos concretamente confit que fue el mejor plato de la cena nada pesado por la forma de cocinarlo para tratarse de una parte tan grasa del pato y de excelente sabor.
La comida a mi me pareció bastante buena, no se trata de un restaurante de alta cocina sino de un local donde preparan cocina de mercado, con buena materia prima y recetas tradicionales catalanas y dentro de este tipo de restaurantes es un lugar recomendable.
Sin embargo un aspecto que si podemos criticar es, al menos en nuestro caso, fue un deficiente servicio con camareros que dejaban escuchar sus problemas a la clientela y que no terminaban de acertar con la mesa de destino de los platos.
Para terminar elegimos una tarta a los tres chocolates con chocolate fundido que quizá era el menos clásico de los postres (mantecado helado, Flan de mató, Coca de LLavaneres) pero que nos dejo un buen sabor de boca.
En cuanto al precio: 28 € por persona incluyendo una botella de Conde de Valdemar ( a muy buen precio , por cierto).
Ambiente: 8
Presentación: 6,5
Cocina: 8
Servicio: 6
Originalidad platos:7,5
Relación calidad Precio:7,5
Media 7,25.
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