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DESDE LA COCINA

Restaurante Alborada: las tapas de la barra

C/ Andrés Baquero 15
30001 Murcia
968 232 323

Un día entre semana es un excelente momento para visitar un restaurante, fuera de las habituales masificaciones de los fines de semana que algunas veces repercuten negativamente en el servicio que se presta.

 

En esta ocasión un Jueves de verano fue un buen día para cenar en este céntrico restaurante murciano que vivió una ampliacion hace un par de años desde su originaria ubicación en una calle perpendicular a Alfonso X el sabio. abriendo otro local con un aspecto renovado y dirigido por David Muñoz, hijo de los dueños, y del que se trasladaron  ampliando y renovando el aspecto del restaurante. Quizas han tenido la mala suerte de hacer esta ampliacion en un momento en que la situacion economica no es precisamente la mejor de las posibles y que supone un lastre a la hora de gestionar un restaurante

 

 

Cuando las cosas van mal existen dos opciones: una que es la que nos dice la lógica económica, que parecen no conocer algunos políticos españoles, y que dice que cuando disminuye la demanda pues se ajustan los precios para mantener la oferta  y conservar la clientela; y por otro lado la otra opción, que además suele ser muy habitual en la restauración española, y que consiste en que, en vez de bajar los precios para atraer clientela, lo que se hace es “levantar en peso” a los clientes que vienen cobrándoles precios desorbitados para mantener rentabilidad, eso si, las dos veces que acuda el cliente, porque a la tercera no vuelve ni a acercarse a la puerta.

En este caso parecen haberse decantado por la postura logica de adaptar los precios y han inaugurado el servicio de tapas de barra, de una calidad al nivel de este restaurante y unos precios muy bajos en relación a la calidad y elaboración del producto en un claro, y parece que exitoso, intento de atraer a la clientela perdida.

 

En este caso, nosotros probamos este nuevo servicio para cenar en la barra degustando una variedad  de tapas exclusiva de la barra y con un camarero pendiente, marchando los platos conforme íbamos terminando, gestionando los tiempos de una manera excelente y atento a mantener la bebida en su nivel y fría.

 

Esta carta especifica cuenta con algunas ensaladas, unos seis o siete entrantes fríos y otros tantos platos calientes:

 

En nuestro caso dimos buena cuenta de muchas de las especialidades algunas de las cuales serán renovadas en esta temporada que empieza

 

Brocheta de pollo a las especias con arroz basmati

 

En primer lugar comenzamos con Gazpacho de albahaca con zamburiñas con un fuerte sabor a albahaca y un color verde intenso con un par de zamburiñas a la plancha y presentado en un platito hondo.

 

Otro entrante que he probado es  una denominada Escalibada con bacalao aunque a mí me recordaba más bien a un pisto de verduras con trozos pequeños de verdura: calabacín pimiento , cebolla con un fuerte sabor a orégano presentada en copa de cocktail y con un trocito de bacalao rebozado ensartado con la ayude de una brochetita. Original la presentación y sabroso.

 

Entre las Ensalada la más apetecible nos pareció una de jamón de pato con queso manchego y reducción de PX en un cuenco redondo montado con hojas de lechugas y a un precio de 3 euros.

 

A mí que me encantan los restaurantes japoneses y el pescado crudo, disfrute con un Carpaccio de atún, con salsa de soja sobre aceite y tomate con ajo (bastante por cierto) y unos hilitos de especie de mayonesa.

 

Entre los platos calientes nos aconsejaron unos tallarines gruesos, tipo udon, con sepia y salsa a las 7 especias: identificadas curry, pimienta, perejil ,azafrán? Nata, muy sabroso y denso. Según nos comentan cuentan con una cocinera de origen marroquí con amplios conocimientos y afición en el uso de las especias, algo que parecen confirman otros platos de la carta como la brocheta de pollo a las 5 especias.

 

Terminamos con un montadito de solomillo con foie en pan de rombo gallego, asado a la plancha con las marcas de la parrilla y el pan tostado con un poco de aceite. En cuanto al foie la cantidad  justa para no matar el sabor al filetito de solomillo aun crudo por dentro. Muy bueno.

 

De postre algún sorbete y tarta de chocolate hacen que por unos 17 euros por persona se pueda disfrutar de la calidad de este restaurante aunque sea en la barra. Habrá que probar en el salón aunque tengamos que rascarnos el bolsillo bastante más.

 

No lo vamos a puntuar porque no sería justo valorar al restaurante solo por el servicio de barra.

 

Pues esto ha sido todo. Hasta la próxima

 

 

 

 

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